En los casos en que se produce overbooking y no hay suficientes plazas (asientos) para todos los pasajeros, la compañía aérea se ve obligada a denegar el embarque a un cierto número de personas. En primer lugar, debe buscar pasajeros que de manera voluntaria y mediante un acuerdo renuncien a su plaza. Si no hay voluntarios o son insuficientes, el transportista aéreo podrá denegar el embarque contra la voluntad de los pasajeros, ofreciendo la compensación pertinente.
Aunque este tipo de procedimientos son legales, ante estos casos también los afectados tienen derecho a una compensación económica.