Muy parecidos a los Valores Santander y Preferentes, y también conocidos como Bonos Convertibles se vendieron entre los clientes habituales de la entidad en 2009, por un importe de 700 millones de euros y cuya fecha inicial de vencimiento, en octubre de 2013, fue ampliada en una segunda versión de los bonos lanzada en 2012, hasta el 25 de noviembre de 2015. Las pérdidas se derivan de que el precio de conversión de la acción está fijado en 17,69 euros, cuando su cotización actual no llega a los 3,63 euros.
Se trata de un producto financiero de escasa transparencia vendido a pequeños clientes y ahorradores medios que veían en plena crisis esta inversión como una pequeña ilusión para el día de mañana, con unos conocimientos pobres sobre este tipo de finanzas y por supuesto con una máscara de información poco veraz y propaganda de“inversión segura”.